Con este artículo quiero explicar brevemente la responsabilidad legal y moral del veterinario como profesional que lucha en primera línea de batalla contra el maltrato animal.
Quiero explicar con qué herramientas cuentan los veterinarios para luchar contra esta lacra de la sociedad.
Los veterinarios tendemos a preocuparnos por el bienestar de los animales y muchas veces pecamos de compasión hacia sus propietarios y sus circunstancias. En casos en los que por ignorancia se esté perjudicando el bienestar de un animal, podemos aconsejar y tratar de solucionar el problema, pero si la negligencia es muy grave e injustificable, no debemos ser permisivos.
No es nuestra responsabilidad demostrar si existe o no maltrato, ese trabajo lo dejamos al juez, pero sí debemos proporcionar las evidencias pertinentes, considerando pruebas y circunstancias.
Indicadores de maltrato:
Es fácil identificar el maltrato en un perro excesivamente delgado o malnutrido, pero se complica en casos de maltrato físico no accidental.
Reseña del animal: Es más frecuente en animales jóvenes, cuyo carácter es más activo, pudiendo desatar el acto de maltrato más frecuentemente. También ocurre en mayor medida con machos que con hembras.
Historia clínica: Suele ser inconsistente con las lesiones que presenta. Puede presentar discrepancias o varias versiones de los hechos. Puede haber historias clínicas anteriores con lesiones similares en el mismo o en otro animal del entorno familiar.
Podemos detectar fracturas o lesiones que se han producido en diferentes momentos de la vida del animal, con fracturas en diferente estado de osificación. Podemos ver quemaduras por cigarrillos, que difícilmente se originan de forma accidental o lesiones provocadas por patadas, puñetazos, por lanzar al animal contra paredes, ahogamientos o asfixias
La conducta del animal: nos dice mucho sobre el trato recibido en el entorno familiar, cuando se asusta del propietario/familiares, cuando son más dóciles sin la presencia del dueño, etc.
Protocolo de actuación:
Esta es una de las partes más importantes, por ello lo desarrollaré en profundidad más adelante. El éxito en la detección de un animal maltratado depende de una buena actuación por parte del veterinario, y esto requiere de un profesional metódico, que conozca los indicios existentes y que tenga presente el maltrato en su diagnóstico diferencial.
En caso de sospecha, estudiar con detenimiento y fotografiar las lesiones, realizando un informe de las evidencias encontradas.
Estudiar la historia clínica para verificar que la historia del propietario concuerda con las lesiones observadas.
Realizar un diagnóstico diferencial que abarque todas las posibilidades.
Si el clínico considera que el maltrato está probado, debe romper la confidencialidad con el cliente y poner el caso en manos de las autoridades competentes.
Si te encuentras ante una situación similar, no dudes en contactarme en caso de duda en el 622 452 653.